Todo lo “instagrameable” es digno de ser retratado, publicado, comentado, likeado, compartido…. Queda claro, ¿verdad? Quién diría hace algunos años que una red social lograría ser algo tan poderoso que hasta crearía nuevos conceptos tan asentados como es ya “la instagrameabilidad”. Si no usas ya esta idea o concepto en tu día a día, no tardarás en hacerlo, te lo aseguro. En Inturea es casi, casi nuestra palabra favorita. Incluso muchas veces nuestras selecciones de fotos o hasta la redecoración la oficina se rige por la misma pregunta: “¿Es esto instagrameable?”.
La instagrameabilidad como concepto
Creo que si sabes lo que es Instagram podrás imaginarte cuál es el significado que va asociado a este concepto: algo que pueda retratarse y quede bien en Instagram. OK. En eso estamos todos de acuerdo. Pero creemos que el verdadero quid de la cuestión está en desgranar qué significa que algo “quede bien en Instagram”.
Primero, tenemos que tener en cuenta que Instagram, como cualquier red social o plataforma digital, evoluciona casi a la velocidad de la luz. Lo que hoy pensamos que es algo que “queda bien en Instagram”, mañana igual ya no sirve, principalmente, por dos variables:
1. La evolución del uso de la herramienta y sus actualizaciones
Instagram es una plataforma que evoluciona constantemente y, en consecuencia, evoluciona la forma que tenemos de utilizarla. Primero fue la aparición de Instagram Stories, después la aparición de todas las herramientas de interacción y un poco más tarde la inclusión de millones de GIFs a la galería (lo que antes era feo, ahora es molón). Después IGTV, su sistema de navegación y su inclusión en el feed de Instagram.
Cada vez que se produce un cambio o una nueva funcionalidad, el concepto de instagrameabilidad evoluciona.
2. La evolución de las tendencias visuales
La otra variable es la tendencia visual. La evolución del concepto ha estado, desde sus inicios súper alineado con la tendencia visual. Es decir, cuál es el color de moda en las pasarelas, cómo se trabaja la dirección de fotografía en el cine, cuál es el ritmo de los videoclips o las tipografías predominantes en las portadas de los discos son sólo algunos ejemplos de cosas a las que le tienes que seguir la pista para saber cuál es la tendencia visual actual.
Pero ojo… que una de las cosas que tiene Instagram es que es capaz de adaptar las tendencias a la velocidad de un rayo. Es como la pescadilla que se muerde la cola. Una tendencia visual se convierte en moda cuando es Instagrameable. Y es instagrameable porque es una tendencia. Y así, sucesivamente.
Aunque suene complicado (o igual es que yo me he liado un rato… ) la idea detrás de este punto es que el concepto de lo instagrameable no es estático: depende de lo que se lleva, es decir, de lo que comparten más los usuarios de la red.
¿Cuándo y cómo nació la “instagrameabilidad”?
Sin duda apostamos porque el concepto de la instagrameabilidad nació con los instagramers. El momento en el que se empezó a monetizar la herramienta y marcas e influencers entendieron el poder visual de Instagram y se estableció su propio código.
Para nosotras existe un punto de inflexión en esto del nacimiento de la “instagrameabilidad” como tal y es en el que empezamos a ver que se ponían de moda lugares en el mundo por el contenido que se generaba en ellos. ¿O no os acordáis de ese Columpio del Fin del Mundo en Ecuador? Creo que es una de las primeras imágenes que tengo yo de algo instagrameable. Y eso fue por 2014.
El concepto de instgrameabilidad nace por el poder de la viralización, pero no desde el punto de vista de un contenido que se comparte mucho, sino porque hay mucha gente que desea vivir esa experiencia, ver un sitio, llevar algo puesto, utilizar un objeto, … Únicamente basado en el impacto de una imagen que le ha parecido bonita. Un impacto 100% visual.
El concepto de instagrameabilidad es una realidad en todas las industrias
En este blog nos empeñamos en hablar de las cosas que pasan en el sector turístico (será porque nos dedicamos a ello…) aunque en el resto de sectores, a nivel nacional e internacional, la instagrameabilidad ha supuesto, también, un cambio radical derivado de la hegemonía de la imagen. Esta reflexión me vino cuando ví un artículo que proclamaba “El abrigo más instagrameable de H&M”. OJO, no el más instagrameado, sino el más instagrameable. Es decir: cómo elegir qué ropa ponerte por cómo quedará en la foto y no por cómo te quedará a tí.
Y como este, mil ejemplos. La tendencia visual de la que antes hablábamos, con el surgimiento de la “instagrameabilidad” ha derivado en que las marcas encargadas de sacar al mercado los productos de gran consumo tengan en cuenta que es “lo que queda mejor en la foto”. Un gran cambio, si, porque lo que supone eso es que sus clientes van a ir a buscar productos que se parezcan a algo que hayan visto en Instagram. Ni lo que hayan visto en la tele, ni en la calle, ni en la oficina: en Instagram.
La influencia del concepto en el turismo
Algo muy parecido ocurre en el sector turístico. Pero al contrario que en un sector que se encarga de producir bienes, en el sector turístico tenemos que crear experiencias Instagrameables. Y nosotras tenemos nuestra propia teoría sobre lo que es una experiencia turística instagrameable.
Primero de todo, tiene que producirse en un entorno en el que la luminosidad sea la adecuada: la luz es fundamental para que una foto quede bonita en Instagram. No olvidemos que el contenido para esta red y su funcionamiento es Mobile, y la tendencia visual de Instagram apuesta por los tonos claros y luminosos.
Segundo: el fondo es súper importante. Ese momento en el que nos entran unas ganas locas de compartir una imagen suele estar provocado porque hay unas vistas increíbles. Así que para crear una experiencia turística instagrameable, si es con buenas vistas, mejor. Pero, que no cunda el pánico, porque Instagram es un gran compañero de las paredes con mensajes, con color, con estampados, ventanas, grafitis, etc… Por lo que ya sea en exterior o interior, asegúrate de que hay espacio para tener un buen tiro de cámara y que lo que se vea detrás sea agradable a la vista 😉
Y por último, y no por ello menos importante, el momento instagrameable tiene mucho de ego, por lo que asegurate de que esa experiencia deja suficiente margen de acción al turista como para poder posar y quedar bien en una posición cómoda y relajada. O no tanto…
Al final, de lo que se trata es de crear un momento bonito, en el que el turista se sienta cómodo y en un contexto visualmente muy cuidado. Elementos como el diseño de interiores, la arquitectura ó simplemente un mensaje en una servilleta pueden crear esa experiencia instagrameable y conseguir darle muchísima visibilidad a tu marca.
El concepto de la instagrameabilidad tiene muchas vertientes, pero (y te lo digo después de haber soltado todo este rollo) sólo significa una cosa: que quede bien en la foto.
Y si te has quedado con ganas de más puedes saber más leyendo acerca de los elementos más instagrameables de un hotel, te lo dejamos todo explicado en uno de nuestros videoblogs.
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